Fiestas de San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma
Me pasé por ellas. Resultó simpático ver las calles engalanadas con banderolas, mantillas y
contemplar a chulos, manolas, chisperos…paseando por ellas engalanados
con sus atuendos típicos. Música madrileña castiza sonaba
por las calles…
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Castizo
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Fiestas
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Verbenas
Las
verbenas de San
Cayetano, de San Lorenzo y de la Paloma están tan juntas que
parece una única verbena, pero sus orígenes y características son propias de
cada una de ellas.
Verbena
de la Paloma
se celebra anualmente el 15
de agosto en el entorno de la iglesia de San Pedro el Real. Las calles se
engalanan para honrar a su virgen y los madrileños más castizos se visten de chulos y las
más castizas de chulapas.
La verbena se celebra entre el 6 y el 15 de agosto.
Desde
la Gran
Vía de San Francisco y la Carrera de San Francisco hasta Las Vistillas se
colocan las casetas de la Verbena y, cuando baja el sol suenan los sones de los
chotis y el olor
característico a churros y fritanga típico de las Verbenas de
Madrid.
La
verbena es que es muy frecuentada por las principales figuras del arte flamenco
español debido a la devoción que profesan hacia la Virgen de la Paloma.
Historia
A
pesar de la gran atracción que tiene la Verbena de la Virgen de la Paloma
se trata de una tradición relativamente reciente, ya que data de finales del siglo XVIII. Ya desde los primeros días de
devoción a la Virgen
de la Paloma tuvo su fiesta: una Salve la noche del 14 de agosto y la
misa el 15 de agosto;
y parece que ya entonces se la sacaba en procesión por las calles próximas a la
pequeña ermita en la que estaba.
La
importancia que tenía la Verbena de la Paloma en los Madrileños puede verse
reflejada en la que posiblemente sea la zarzuela
más conocida y popular que lleva su mismo nombre, con música de Tomás Bretón
y libreto de Ricardo de la Vega, y que es un auténtico retrato
costumbrista de finales del siglo XIX.
A
mediados del siglo XX
la verbena sufrió un importante bajón y solo los vecinos del barrio mantenían
en parte la tradición, pero en los 80 del siglo XX hay un resurgimiento de las fiestas más
características de Madrid y, la Verbena de la Paloma ha sido una de las que
contó con más apoyo popular por lo que no tardó en recuperar su ambiente.
Hoy
día, cada 15 de agosto
cientos de madrileños se acercan para rezar unos minutos ante la Virgen
Castiza o símplemente a ver los actos. Son tantos los que se acercan al
templo y a ver la procesión que resulta imposible para la mayoría acercarse a
la Iglesia de San Pedro el Real, pese al gran número
de madrileños ausentes por las vacaciones estivales.
Uno
de los actos más emotivos para asistentes es el descendimiento del cuadro por
parte de un bombero del Ayuntamiento y su traslado a la carroza donde se
la llevará en procesión.
Recorrido de la procesión
La
procesión sale de las puertas de la iglesia de la Paloma en la Plaza que lleva
el nombre de la Virgen. Su recorrido: calle de Isabel Tintero, Gran Vía
de San Francisco hasta la Glorieta de Puerta de Toledo, a continuación,
sube por la calle de
Toledo hasta la plaza de la Cebada, pasa por la Puerta de Moros y sigue por la carrera de San Francisco hasta la Basílica
de San Francisco el Grande. Aquí la procesión gira y sube por la calle de Calatrava,
para terminar bajando por la calle de la Paloma y regresar a su santuario. Una
vez en el templo, la Virgen es colocada de nuevo en el retablo del presbiterio
por los bomberos, mientras el pueblo entona la Salve.
Hace
años el cuadro se colocaba en una carroza de la Cofradía Sacramental de San Isidro, después de 1939 en un coche de
bomberos adornado con mantones de Manila. Desde 1956, "La Paloma" contaba con una
carroza propia comprada por suscripción popular y, al estropearse en 1982 fue el Ayuntamiento
quien proporcionó la actual.
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